Hogar de Cristo disminuye programas sociales en Magallanes y en Chile: en enero 2021 cierra la Residencia Juan Pablo II de Punta Arenas y habrá despidos de trabajadores

Hogar de Cristo disminuye programas sociales en Magallanes y en Chile: en enero 2021 cierra la Residencia Juan Pablo II de Punta Arenas y habrá despidos de trabajadores


• Esto significa disminuir en 938 las 14.076 personas que atiende el Hogar mensualmente, todas las cuales serán acompañadas hasta que se vinculen con otros programas y redes.

La estrategia de adaptación contempla mantener la cobertura nacional, focalizarse en los programas que complementan más eficazmente la acción del Estado y otras organizaciones de la sociedad civil, así como contribuir a crear un sistema de protección social que permita a todos a salir de la pobreza.

Punta Arenas, 29 de septiembre.- Veintiocho de los 278 programas sociales que funcionan a lo largo de Chile dejarán de operar entre diciembre de 2020 y enero de 2021, debido a los efectos económicos de la pandemia.
Esto implica disminuir en 938 cupos la atención de 14.076 personas en pobreza y exclusión que atiende mensualmente la fundación en todas las regiones del país, y que totalizan 40 mil al año.

En la región de Magallanes, dejará de operar, el 31 de enero de 2021, la Residencia para Adultos Mayores Juan Pablo II. Mantener la operación de este dispositivo resulta absolutamente imposible en las actuales
circunstancias económicas. Otra razón de esta medida es que en Magallanes existe oferta de calidad en esta línea de trabajo. “En Punta Arenas, seguiremos presentes con un programa de atención domiciliaria para 40
adultos mayores (PADAM), un programa de acogida con capacidad para atender a 30 personas en situación de calle y una hospedería en la misma ciudad para acoger otras 40 personas en la misma situación. En
consecuencia, nuestra capacidad total en Magallanes será de 110 cupos en 3 programas”, explica Álvaro Rondón, jefe de operación social en la región del Hogar de Cristo. Y agrega: “No podemos ignorar que la
situación económica, social y sanitaria actual nos ha impactado, generando gastos adicionales que hemos tenido que asumir y que continuarán mientras no exista una vacuna contra el coronavirus”.

La institución informó que los recursos que Hogar de Cristo administra provienen principalmente de aportes de privados (45%), del Estado (37%) y de fuentes de ingreso propias y recuperaciones (17%). Desde hace años, la
contribución financiera del Estado a nuestros programas ha ido descendiendo, mientras se nos exigen estándares de calidad cada vez más altos. A esto se suma que, a causa de la pandemia, la cuarentena y la
contracción económica, y pese a todos los llamados y generosas colaboraciones que hemos recibido, nuestros ingresos disminuirán en 1.500 millones de pesos respecto de lo que esperábamos este año.


Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo del Hogar de Cristo, también lamenta que pese a los tremendos esfuerzos hechos a partir de marzo por mantener a todos los trabajadores en sus puestos, se haya tenido que
ceder frente a la contundencia de la realidad. “El contexto actual impide mantener las capacidades de atención existentes sin poner en riesgo la sostenibilidad de la fundación, por los cual, responsablemente y con
mucho dolor, se ha decidido reducirlas, lo que conlleva una necesaria reducción de nuestros equipos de trabajadores”, declara.

La declaración del Hogar de Cristo, señala textualmente lo siguiente: