¿Cuántas Américas Latinas existen en este siglo XXI? | Manuel Luis Rodríguez | Opinión

¿Cuántas Américas Latinas existen en este siglo XXI?

América Latina, el continente de la diversidad y de la desigualdad, sigue siendo, en realidad, una compleja y colorida constelación de Estados, de naciones y de pueblos cuyas identidades no terminan de definirse. 

Somos latinoamericanos, pero, con frecuencia, nuestras referencias culturales e intelectuales se extravían entre la sumisa admiración de lo estadounidense o la lejana nostalgia de lo europeo que nunca fuimos.

Las elites sudamericanas o centroamericanas que conquistaron la independencia en el campo de batalla, llevaban a los campesinos como tropa al mando, pero dentro de su patriotismo primigenio, tenían la mente puesta en la Europa de Napoleón y de sus reyes decadentes o en el experimento liberal y oligárquico de los Estados Unidos.

En dos siglos, desde las independencias del siglo XIX, América Latina se formó dividida, separada, contagiada de militarismos nacionalistas o de nacionalismos militaristas, eran criollos mestizos de piel morena y cabello oscuro, pero miraban y miran con sumisa admiración al rubio extranjero, mientras desprecian al moreno y al indígena del cual nacieron.

Si alguien pregunta ¿en qué consiste la identidad latinoamericana? se escucharían 33 respuestas distintas, porque no es una América Latina la que nos cobija, sino que son 33 Américas Latinas distintas como cada uno de los Estados naciones del continente.

Durante el siglo XVIII, el territorio latinoamericano era espacio colonial de España y Portugal, dominio que permaneció hasta mediados del siglo XIX cuando la decadencia del imperio español dio paso a la dominación inglesa.  La revolución americana de 1776 y francesa de 1789 llegaron a América Latina como lejanos ruidos de inquietud que asustaban a los gobernantes y a las escasas elites criollas.

El comercio con los puertos españoles, fue reemplazado con el comercio con Liverpool y Londres.

El sueño de Bolívar duró apenas 20 años. Y casi todos los grandes héroes de la independencia criollos, terminaron exiliados y enterrados en cementerios de Europa.

Entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, con la decadencia del dominio económico y financiero británico en América Latina, que se produjo entre la I guerra y la II guerra mundial, este se volvió terreno privilegiado de la hegemonía política, militar, económica y cultural de Estados Unidos.

El siglo XX fue el siglo de la dominación estadounidense en América Latina.  Desde la doctrina Monroe y la política del gran garrote hasta la ideología de la seguridad nacional inculcada en academias militares para combatir a los pueblos y las revoluciones de signo izquierdista durante la guerra fría hasta 1990.  Con la caída del Muro de Berlín y el colapso final de la Unión Soviética, Estados Unidos perdió a su mejor enemigo comunista y América Latina se quedó bajo la hegemonía total y completa del vecino norteamericano.

¿Cuántas Américas Latinas existen en este siglo XXI?

La de los emprendedores que organizan star ups, workshop y roundtables conectados con Londres o Nueva York o la de los agricultores del Mato Grosso brasileño, o los cocaleros de Bolivia, o los obreros de la construcción de Lima o Bogotá…

La del gran Brasil, potencia mundial a la escala de Rusia, China o Estados Unidos; la de las potencias intermedias como México o Argentina o la de los países en vías de desarrollo como Perú, Colombia o Chile; o la del país más pobre y atrasado del continente como Haití…

¿Con cuál democracia nos quedamos los latinoamericanos? Con el gobierno de partido único centralizado de los cubanos o la democracia liberal de los uruguayos… con el federalismo de los argentinos o el presidencialismo de los chilenos…

La América Latina con acento caribeño, la América Latina que habla en brasileño, o la América Latina que habla en español, en inglés o en francés o en creole.

La región latinoamericana es hoy una constelación de Estados y naciones diversas que, contando con enormes reservas de recursos naturales y energéticos y en plena transición demográfica y energética, se debate entre el futuro y el pasado, entre aproximarse a China y su empuje económico y tecnológico, o seguir bajo el incómodo resguardo de los Estados Unidos.  El dilema geopolítico entre el océano Atlántico que nos une a EEUU y a Europa o el océano Pacífico que nos acerca a China, Japón o Australia. 

Manuel Luis Rodríguez U.