El dilema palestino israelí desde América Latina | Manuel Luis Rodríguez | Opinión

En América Latina parece que nos enfrentamos a un dilema político y diplomático traído desde el Medio Oriente: el dilema palestino-israelí.
Considerando además el hecho que la comunidad palestina migrante en América Latina es una de las más grandes del mundo y que el comercio y los vínculos económicos de Israel, son muy extensos y profundos, en materia de defensa especialmente. En América Latina existen comunidades judías significativas, especialmente en Argentina y Brasil, con comunidades más pequeñas en otros países como México, Chile y Uruguay.
Hay alrededor de 750.000 israelitas y 700.000 palestinos en América Latina actualmente. Son comunidades importantes e influyentes.
Pongamos el foco en el comercio entre Israel y América Latina. El comercio entre Israel y América Latina totalizó 6.000 millones de dólares en 2022, impulsado por los acuerdos comerciales del país con Colombia , México , Panamá y el bloque comercial Mercosur .
Una de las principales exportaciones de Israel a Latinoamérica son equipos de seguridad, incluidas armas. Este comercio tiene una larga historia, desde que Israel suministró armas durante las guerras civiles en América Central en los años sesenta y setenta.
En 2022, las ventas de armas israelíes a Latinoamérica alcanzaron a US$ 381 millones de dólares, un aumento respecto a los 342 millones del año anterior, pero una disminución con respecto a los 473 millones de 2018. Brasil fue el mayor comprador de armas israelíes en América Latina en 2022, con US$ 60 millones de dólares. En total, aproximadamente un tercio de las ventas de armas israelíes se realizan mediante acuerdos entre gobiernos. El resto son vendidas por empresas privadas israelíes.
Hasta el año 2023, 17 países latinoamericanos habían reconocido un Estado palestino. Un gran número de estos países lo reconocieron entre 2009 y 2011. Durante esos años, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, intentó acercarse a los presidentes latinoamericanos tras el fracaso de las negociaciones con Israel. El último país de la región en reconocer un Estado palestino fue Colombia, en 2018.
El conflicto que enfrenta a Israel y Palestina en Gaza y Cisjordania, ha alcanzado ribetes tan graves que han colocado a la Corte Penal Internacional en la obligación de declarar que allí se está cometiendo un genocidio. Más de 54.000 palestinos muertos desde octubre de 2023 así lo atestiguan.
No podemos trasladar el conflicto del Medio Oriente a nuestros países. El drama humano que vive el pueblo palestino es una marca moral muy profunda en nuestras consciencias.
Tenemos el deber moral de condenar el terrorismo y el genocidio como prácticas políticas que atentan contra la humanidad.
¿Es aceptable el dilema entre tener buenos y lucrativos negocios con mantener una postura crítica frente a las graves violaciones a los derechos humanos?
Aquí se pone de relieve -una vez más- la diversidad de posturas políticas y diplomáticas de nuestros gobiernos latinoamericanos, desde Sheinbaum hasta Boric, desde Milei hasta Petro, desde Xiomara Castro hasta Arévalo, desde Bukele hasta Mulino, desde Lula hasta Maduro, América Latina aparece a los ojos del mundo en toda su compleja diversidad frente al dramático conflicto palestino-israelí.
No tenemos una voz común latinoamericana frente a este dilema.
Manuel Luis Rodríguez U.