Chile ante el espejo de la inteligencia artificial: una regulación necesaria que moldea el futuro | Oscar Muñoz Cea | Opinión

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) no es solo una revolución tecnológica,
es un desafío ético, legal y social que exige respuestas. Que en Chile se cuente
hoy con un Proyecto de Ley que Regula los Sistemas de IA (Boletín 16821-19) es
una señal potente y positiva, el país está abordando el futuro con responsabilidad
y se está pensando como estado, sin embargo, el análisis de expertos y la
discusión parlamentaria han puesto en relieve que para hacer de esta ley un motor
de desarrollo y no una barrera, debemos ser rigurosos en aspectos claves
Gobernanza de Datos
El corazón de la IA es el dato. La ley busca establecer categorías de riesgo
(inaceptable, alto, limitado) para proteger los derechos fundamentales de lo
ciudadanos, pero las observaciones de los especialistas son una alarma: la
fiscalización y el control de los sistemas de riesgo inaceptable aún no tienen las
condiciones de ejecución claras. Si un sistema de IA de riesgo prohibido, como
aquellos que permiten la clasificación social (social scoring), se infiltra o funciona
con fallas, ¿cómo se garantiza su inmediata desconexión o blackout?
Necesitamos que la regulación no solo defina los límites éticos como la prohibición
de manipulación en redes sociales, sino que también faculte al órgano fiscalizador
con herramientas técnicas y humanas suficientes para actuar de forma rápida y
eficiente. La soberanía de la persona sobre su identidad digital comienza en la
protección de sus datos ante el poder algorítmico y esto exige mecanismos de
suspensión de emergencia.
Aprender de Europa
Chile, al igual que gran parte del mundo, observa el modelo europeo (EU AI Act).
Los expertos señalaron que muchas definiciones de nuestro proyecto son
idénticas a la regulación de la Unión Europea, lo cual es una fortaleza al alinear al
país con estándares globales de protección, sin embargo, esta adopción debe ser
crítica, de partida la ubicación de los servidores y el origen de los datos no son
detalles menores; son pilares de la soberanía digital y de la aplicación efectiva de
nuestra ley.
Debemos asegurar que el alcance de la normativa sea extraterritorial cuando se
afecten derechos de chilenos, y que se exija claridad sobre dónde reside la
información. La experiencia europea puede guiarnos en el diseño de un marco
legal robusto, especialmente en la regulación del uso de IA en plataformas de gran
escala (como redes sociales), donde la manipulación de la información se
intensifica.
Regular con prudencia no es frenar el progreso. La ley acierta al proponer
Espacios Controlados de Pruebas (sandboxes) con prioridad para PYMES y
organizaciones civiles, entendiendo que la innovación también ocurre fuera de las
grandes corporaciones. No obstante, los expertos han sido categóricos: el Estado
debe ir más allá, fortaleciendo esta sección con un mayor aporte estatal,
facilitando sets de datos curados o infraestructura.
El verdadero desarrollo de la IA se logra con capital humano. La formación de las
generaciones futuras en ética, ciencia y tecnología de la IA es la inversión más
estratégica que podemos hacer, como estado debemos fomentar carreras y
programas que entiendan la IA no solo como código, sino como una herramienta
con profundas implicaciones sociales.
La existencia de este Proyecto de Ley es en sí misma una victoria. Muestra una
voluntad política de anticiparse a los riesgos y capturar el tremendo potencial de la
IA para el bienestar social y el crecimiento económico, regular la IA es un acto de
madurez democrática. Significa que no dejamos un poder tan transformador en la
zona gris de la autorregulación. Los desafíos que han planteado los expertos
desde la fiscalización de los riesgos inaceptables hasta el apoyo concreto a las
PYMES son la hoja de ruta para perfeccionar la ley.
Hoy, Chile se ubica entre las naciones que se atreven a legislar sobre el futuro, si
logramos incorporar estas observaciones, garantizando un equilibrio entre la ética,
la fiscalización y la innovación, esta regulación no solo protegerá nuestros
derechos, sino que posicionará al país como un polo de desarrollo de una IA
confiable y responsable en la Región.
OSCAR MUÑOZ CEA
INGENIERO EN ADMINISTRACIÓN / PUBLICISTA mención en marketing digital.