SLEP Magallanes despliega importante trabajo para favorecer la inclusión en la educación pública

Mas de 3 mil niñas, niños y jóvenes con necesidades educativas especiales forman parte de la matrícula de la educación pública y se distribuyen en los 40 establecimientos que dependen del SLEP Magallanes y que cuentan con Programa de Integración Escolar (PIE).
Se trata de 2770 estudiantes se incorporaron al PIE a través del ingreso regular en el primer semestre: 1971 con necesidades educativas especiales transitorias y 799 con necesidades educativas especiales permanentes. A ellos se sumaron en el segundo semestre otros 319 estudiantes con necesidades educativas especiales permanentes, incorporados durante el proceso de excepcionalidad.
Apenas unos meses antes del traspaso de la educación pública al SLEP Magallanes se dictó la ley 21.545 para promover la inclusión, la atención integral y protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) en Chile, lo que impuso grandes desafíos al nuevo sostenedor para cumplir con las exigencias de esa normativa y responder a las necesidades de sus estudiantes.
Este desafío se ha enfrentado con una serie de acciones concretas, como la capacitación permanente a los funcionarios que trabajan directamente con los estudiantes con necesidades educativas especiales para nivelar conocimientos y potenciar los procesos de diagnóstico.
En abril de este año, por ejemplo, se otorgó una capacitación para reforzar conocimientos en la aplicación de las baterías fonoaudiológicas a las profesionales del área; en junio se divulgó el protocolo de derivación y seguimiento para niños, niñas y adolescentes autistas a todos los profesionales PIE; entre julio y agosto los equipos trabajaron con guías de diagnóstico temprano de autismo; y en septiembre abordaron materias de neurodiversidad mientras que psicólogos y terapeutas ocupacionales profundizaron sus conocimientos en la aplicación de Batería ABAST-II para evaluación de conductas adaptativas.
Estas acciones incluyeron en varios casos la compra por parte del sostenedor de los instrumentos para efectuar los diagnósticos a cargo de los profesionales de los programas de integración.
Una vez al mes, además, los equipos de integración de las escuelas se reúnen en un trabajo en red para compartir experiencias exitosas en su gestión.
Bajo la administración del SLEP Magallanes, además, se innovó con el financiamiento de las valoraciones médicas exigidas como antecedente de ingreso o permanencia en el Programa de Integración Escolar. Hasta antes del traspaso del sistema educativo, el costo de las consultas con médicos neurólogos y pediatras era financiado por las propias familias, gasto que ahora es asumido por el sostenedor.
En conjunto, la compra de las baterías de evaluación para distintas especialidades y las valoraciones médicas representan este año una inversión superior a los 132 millones de pesos.
El trastorno del espectro autista no es el único diagnóstico con el que trabajan los equipos de integración: en las aulas del SLEP Magallanes también hay casos de estudiantes con trastorno de déficit atencional, trastorno del lenguaje, discapacidad intelectual, discapacidad motora, hipoacusia y problemas de la visión.
Destacan también las alianzas con otras instituciones vinculadas con la inclusión, como el Ministerio de Educación, el Servicio de Salud y el Servicio Nacional de la Discapacidad con las que se trabaja en distintas herramientas para favorecer a los estudiantes.
La subdirectora de Apoyo Técnico Pedagógico del SLEP Magallanes, Elizabeth Aránguiz, comentó que “en los 40 programas de integración escolar que tenemos en establecimientos de educación básica y media participan profesionales de distintas áreas para dar una respuesta a las necesidades educativas, tanto transitorias como permanentes que presentan nuestros estudiantes”.