La excepción chilena | Manuel Luis Rodríguez U. | Opinión
Habida cuenta del breve proceso de las protestas de 2019, en general en los recientes 30 años posteriores a la transición democrática, puede afirmarse que Chile se ha caracterizado por la estabilidad de sus instituciones. Sin lugar a dudas, en el futuro próximo se va a ponderar esta condición, cuando Chile deba tomar decisiones estratégicas para su desarrollo.
La excepción chilena consiste además, en la percepción internacional de nuestro país. En exterior Chile es observado como un país «serio», como una economía estable, segura y confiable, merecedor de las buenas calificaciones de las aseguradoras de riesgo y de los inversionistas internacionales. Un ejemplo es nuestro sistema electoral: desde la transición de 1989-1990 Chile posee un sistema electoral reconocido como confiable, seguro y estable, que otorga garantías a todos los actores políticos y sociales. Chile es reconocido en América Latina por su sólida macroeconomía, régimen de comercio abierto y sector privado dinámico. A menudo se le percibe como un país de ingresos relativamente altos y con crecimiento sostenido en las últimas décadas.
El incremento sostenido de la inversión extranjera en Chile en los últimos años, refleja precisamente esta realidad. Las grandes economías del mundo: China, Estados Unidos, Europa, India, Medio Oriente mantienen con Chile una red de tratados de comercio que otorgan estabilidad a los intercambios, en medio de las turbulencias internacionales y crisis geopolíticas.
Un fenómeno en particular podría modificar esta percepción: la amenaza que implica la percepción de inseguridad que mencionan los medios, a contrapelo de la realidad, en condiciones que Chile sigue siendo un país relativamente seguro, en comparación a otros vecinos de América Latina. Chile rechaza las soluciones extremas, como lo demostraron los dos ensayos de cambio constitucional recientes.
Ni las masivas protestas de 2019 ni la pandemia de Covid19 de 2020 y 2021 lograron modificar sustancialmente la buena imagen de Chile en el exterior. Chile no se cae a pedazos.
No somos ni un oasis de paz, ni un pozo negro en crisis total, aunque si es cierto que Chile es uno de los países más desiguales en América Latina y la desigualdad estructural que asegura su actual modelo de desarrollo neoliberal es una de las causas principales del malestar ciudadano.
La instalación de una fabricación del miedo -por parte de algunos grandes medios- sin embargo, no ha logrado impactar la percepción exterior de Chile, que sigue siendo positiva y estable. Las condiciones económicas y la estabilidad de las instituciones chilenas sigue siendo un fuerte estímulo para las migraciones que llegan a nuestro país en busca de trabajo, paz y oportunidades.
Magallanes, 15 de noviembre de 2025.
Manuel Luis Rodríguez U.

