“Juan Chaura Millán y la tristeza de tu último despacho” por Ramón Arriagada Empresario

“Juan Chaura Millán y la tristeza de tu último despacho” por Ramón Arriagada Empresario

 

ramonarriagadaEn los medios de comunicación local, de preferencia en las radioemisoras,  la noticia de la muerte del comunicador  Juan Chaura Millán, dio lugar a variadas demostraciones de dolor y pesar. En horas de la mañana del día lunes,  espontáneamente  el estupor se transformó en la energía para iniciar una campaña  solidaria, tendiente a solventar junto a la familia los gastos de la sepultación del  comunicador social. Al final del día lunes, la felicidad de haber cumplido con creces el objetivo.

Los colegas de radio de Juan Chaura, estaban conscientes que él no era una excepción,  sus ahorros del trabajo como reportero, difícilmente le alcanzarían a la familia para procurarle la dignidad de su última morada. “Morir en Puerto Natales es caro”, enfatizaba en su campaña uno de los panelistas. “También vivir”,  para quienes se esmeran por hacernos llegar a través de los medios de comunicación radiales:  noticias, música y horas de entretenimiento.

En mi condición de dirigente social, creo haber visitado todas las radioemisoras locales. Hasta hace un año atrás, hacíamos con mis amigos de la “Radio Natales” un programa  de opinión los días sábados, que llevaba por nombre “Balcón Natalino”. En ese rodaje,  es cuando te das cuenta de  las carencias en la actividad radial  en ciudades pequeñas como la nuestra. Es la realidad en la cual se fue formando Juan Chaura.  Con  un timbre de voz tildado y de respeto para quienes le escuchaban, se atrevió a incursionar con éxito en el periodismo televisivo. También en períodos de reemplazo, redactó este suplemento.

Debe ser difícil cuadrar los números a los radiodifusores locales. Vendedores de intangibles e ilusiones publicitarias, deben convencer a los contratantes de avisos, que la efectividad del mensaje no está en avisar interminablemente los artículos de la vitrina.  Agotadoras tandas que deben ser aceptadas por las estaciones, conscientes que ello impide a la radio ser un medio de entretenimiento.  Factor preocupante ahora que Internet  abre un inmenso dial globalizante.  Pero jamás Internet, tendrá notas necrológicas, ni avisos para las estancias, ni mensajes para zona de pesca, ni campañas solidarias.

Ese fue el escenario que conoció Juan,  nuestro reportero que  despedimos con  la tristeza de su difícil reemplazo; los jóvenes de hoy con su inmediatismo sólo le interesa realizar oficios donde el sacrificio no sea lo preponderante. Con la llegada de la radio digital, se vienen días difíciles para el medio radial. Fenómeno que ya está viviendo con crudeza la televisión y los medios de comunicación escritos de papel.

Estadistas miopes que debieran privilegiar la sobrevivencia de las radioemisoras  en esta parte de la Patagonia;  la aculturización, que no es otra cosa que el avasallamiento de una cultura por otra, nos está sometiendo.  Nuestros vecinos argentinos, esa parte la conocen a la perfección, ellos entienden muy bien el concepto de Nación. Mantienen una cadena de potentes radioemisoras, independientes en sus contenidos locales, pero atentas a salvaguardar los valores y la identidad nacional.

La pena es que Juan Chaura ya no estará con sus colegas y con quienes lucharemos para que la actividad radial no se doblegue. Cuando en Chile derrotemos la dictadura del centralismo, no me cabe duda, habrá radios dignas en nuestras regiones. Será el día en que los comunicadores sociales, no arrastrarán tras de si la incomprensión y la  indigencia de hoy.